La atención, la profesionalidad y el cuidado de la escena son elementos esenciales para realizar una excelente fotografía inmobiliaria que realce tanto las cualidades del inmueble como las habilidades y la creatividad del fotógrafo. Aquí tienes 5 consejos útiles que pueden ayudarte a marcar la diferencia:
La fotografía, como dice la propia palabra, significa "escribir con la luz" y un buen fotógrafo sabe aprovechar el gran poder de la luz natural. Por eso, antes de hacer las fotografías, conviene asegurarse de que es un día soleado y de que la hora es la adecuada. Las mañanas y las tardes proporcionan una luz uniforme y sombras más suaves. Además, es fundamental abrir todas las persianas o contraventanas para que entre la mayor cantidad de luz natural posible.
Una buena fotografía de interiores es aquella que deja que los espacios hablen por sí mismos. Entre las herramientas de las que dispone el fotógrafo se encuentra el objetivo gran angular, capaz de "ampliar" la escena y contribuir a la idea de amplitud incluso para las habitaciones pequeñas. Para aprovechar al máximo la profundidad de campo y el mayor ángulo de disparo, el plano sobre el que se apoya la cámara debe ser horizontal. Algunos modelos de trípode tienen un nivel de burbuja incorporado, lo que simplifica el trabajo de corrección. En caso de ausencia, esto se puede remediar con el nivel de burbuja externo.
Muy a menudo, la diferencia entre una buena foto y una toma mediocre está en el trabajo de "barrido" del encuadre. La atención al detalle va acompañada de la selección de los elementos de la escena. La regla es: pocos objetos y bien colocados, para dar al espectador una idea de limpieza y orden. Una escena "seca" debe construirse cuidadosamente. Antes de proceder a las tomas, es conveniente retirar los objetos personales y ordenar lo que conformará el decorado. Prohibido las sábanas arrugadas, los cepillos de dientes y las zapatillas. Loesencial debe ser visible a los ojos.
Esencialidad rima con originalidad. Un escenario minimalista no nos impide añadir un toque de distinción y singularidad a la vivienda utilizando elementos que llamen la atención del observador con detalles y colores llamativos. Un objeto de diseño, una planta exuberante sobre una pared blanca, un mueble concreto pueden dar carácter y estilo a la vivienda.
El hogar se asocia a conceptos como cerrado, íntimo, interior. ¿Qué pasa con los balcones, las terrazas, las fachadas y todos esos espacios intersticiales que conectan el interior con el exterior? Los espacios exteriores son elementos secundarios, pero igualmente importantes, que ayudan a los posibles compradores a contextualizar la propiedad y a orientar su elección.
Estos fueron los consejos del equipo de Wesual para la fotografía inmobiliaria profesional. ¿Y tu qué opinas? Déjenos un comentario a continuación.